lunes, 30 de septiembre de 2013

Resumen sobre los hechos del 30S



El 30 de Septiembre de 2010 fue un día diferente a los días usuales, comenzaba la mañana en Quito y los ciudadanos se desplazaban a sus actividades consuetudinarias, el flujo de la ciudad parecía normal pero no lo era. ¿Dónde estaban los policías? No se los veía patrullando las calles, o los edificios públicos; muchos de ellos se habían apostado en dos sitios principalmente, un grupo se tomó la entrada de la Asamblea Nacional impidiendo el paso de los asambleístas para que no puedan retomar las sesiones programadas, y otro grupo, éste mucho más grande, se tomó el regimiento policial “Quito”, pero ¿por qué harían eso? Estaban allí agitados por los altos mandos, grupos de poder y algunos partidos de oposición que formularon una treta para empezar una revuelta nacional, uno de los motivos era un decreto que consistía en eliminar el sistema de condecoraciones y méritos que recibían algunos policías en sus ascensos por un aumento salarial que dignifique la vida de todos, independientemente de sus rangos.


La gran parte de los elementos policiales fueron vilmente manipulados, muchos ni siquiera habían leído en qué consistía el nuevo decreto, ni lo que se quería reestructurar, sólo fueron avisados de que iban a ser afectados, que se les iba a perjudicar,  causándoles una indignación infundada que sólo servía de telón para lo que se intentaba, desestabilizar el país, hacer caer la democracia. Durante la jornada la Policía Nacional como institución suspendió sus labores de proteger a la ciudadanía, dejando a la gente indefensa, a merced de robos, saqueos múltiples, y otros atroces actos delincuenciales, faltando a sus principios de servir a la patria, mientras todo esto se daba; el presidente se dirigió al regimiento “Quito” para aclarar la situación, para calmar la multitud enardecida de elementos que vociferaban desde “Correa mentiroso” hasta “Hay que darle muerte”; después del discurso que pronunció en el cuartel, se formó una revuelta en el lugar, se comenzaron a oír disparos mientras se levantaba el humo de los gases lacrimógenos que lanzaban algunos policías a mansalva, se intensificaron los empujones, el maltrato, los insultos, la situación había empeorado.
El presidente y sus acompañantes lograron salir del lugar pero con problemas respiratorios por la inhalación de gases y los reiterados intentos de asfixia al intentar quitarle la máscara antigases que se pudieron proporcionar; Rafael Correa fue llevado de emergencia al Hospital Militar para ser atendido.

Mientras pasaba la tarde, los medios seguían informando de los acontecimientos en Quito y otras ciudades del país, la gente salió a las calles a respaldar al Gobierno, la gente se aglomeró en torno al Palacio de Carondelet mientras desde los balcones, algunos asambleístas y partidarios del Gobierno instaban a la gente a que salgan a defender la democracia, a detener tanto atropello y tanta injusticia. En diferentes puntos de la ciudad se vivieron manifestaciones, algunas muy violentas, con enfrentamientos entre el pueblo y los grupos policiales, hubo heridos, personas alcanzadas por los impactos de bala, golpeadas,  choques de autos, destrozos en la propiedad pública y privada, entre otras cosas.
En sesión extraordinaria se declaró estado de excepción en todo el país, las Fuerzas Armadas se harían cargo de la seguridad; mientras esto ocurría, al caer la tarde grupos de policías armados querían ingresar a la fuerza a las instalaciones del hospital donde estaba Correa para trasladarlo a otro sitio, para mantenerlo secuestrado ya que el edificio estaba asediado, las Fuerzas Armadas en conjunto con los Grupos de Intervención y Rescate diseñaron un plan de rescate para sacar del lugar al presidente y dispersar a los policías insurgentes.
Una vez trazado el plan se movilizaron al lugar mientras los medios se apostaban a las afueras  y los canales mostraban imágenes de los acontecimientos, entrevistas a varios actores políticos que apoyaban o desaprobaban la medida adoptada por la Policía, generando también un caos mediático en la población que aún no sabía con exactitud que ocurría.

En las afueras del hospital se desató una feroz balacera entre militares y policías, estos últimos querían impedir el rescate, agazapados entre los automóviles los objetivos de los disparados eran blancos reales, se usaron pistolas, fusiles de asalto, ametralladoras, otras armas de fuego como también escudos, muros de contención y otras estructuras para proteger la vida unos de otros, una vez dispersada la mayor parte de los policías, los militares ingresaron al edificio, se trazó un plan de evacuación para el presidente donde utilizaron un vehículo regular y un contingente de hombres alrededor ya que los vehículos blindados no pudieron llegar a tiempo porque las vías también estaban paralizadas; esto para finalmente salir y dirigirse al palacio de Gobierno, volver a restablecer el orden, pronunciar un discurso al pueblo que respaldaba su autodeterminación de hacer respetar la decisión de vivir en un estado democrático.

Durante los enfrentamientos murieron varios policías y militares y civiles, también fueron afectados los pacientes del hospital, en otras ciudades también murieron algunas personas por los asaltos y saqueos, hubo perdidas económicas en negocios y comercios, daños a varias infraestructuras, todo esto dentro de un premeditado intento de golpe de Estado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario